sábado, 2 de febrero de 2008

la entrada y el salón fiestero


La entrada al colegio. Servía para dos cosas, para sacar la vuelta y para cobrar la entrada de la fiesta (infaltable el profe Astudillo).


También era muy bueno descansar en el pastito, hasta que nos decían "ya chiquillos vamos saliendo"...


Todavía existe nuestro amigo Ludwig Van, receptor de bigotes, ojos de loco, cicatrices y cuanta lesera se le podía escribir.




Han avanzado tremendamente en implementos audiovisuales: un data.


estas cosas no existían, nosotros sacábamos las cuentas haciendo nudos en una cuerda...